Las chicas y las matemáticas
Reto 1:
"Las chicas se están quedando rezagadas en matemáticas debido a la discriminación".
Con ese titular me topé el pasado día 14 de septiembre de 2022 mientras leía el periódico. La noticia, fue publicada ABC (dejo en enlace aquí abajo) y pasó sin mayor pena ni gloria.
Ese día estuve atenta a las noticias de la televisión y leí con especial atención el resto de la prensa del día y no encontré referencia alguna a la noticia y en el caso del medio que la publicó, lo hizo en páginas interiores y en una página a la izquierda, que siempre se les presta menos atención (desde que me he puesto las gafas violeta detecto los efectos del patriarcado con una intensidad que me está empezando a hacer hasta daño físico).
A mí la noticia me llamó la atención ya que debido a mis funciones, en el día a día trabajo con familias que cuentan entres sus miembros con menores de dieciocho años y tengo especial interés en todo lo relacionado con el sistema educativo y sus itinerarios formativos.
El gran grueso de la población con la que trabajo además es población migrante, en su mayoría procedente de países de América del Sur y en un menor porcentaje oriundos del África Subsahariana, donde el desconocimiento inicial del idioma es un problema añadido.
El trabajo de campo y la observación directa hace ya demasiado años que me han mostrado la triste realidad referente a un alto fracaso escolar y a un abandono temprano de los estudios, siendo muy pocos los menores de ambos sexos que llegan a completar de manera exitosa la E.S.O. y siendo un porcentaje prácticamente residual los que cursan bachillerato y/o llegan a la universidad y grados formativos superiores.
La noticia tiene como referencia un nuevo informe publicado por Unicef denominado "Resolver la ecuación: ayudar a las niñas y los niños a aprender matemáticas".
Dicho informe analiza los datos referidos a más de cien países y territorios y arroja el demoledor dato de que los niños tienen 1.3 veces más probabilidades que las niñas de adquirir habilidades matemáticas.
Son diversas y variadas las causas que hacen que las niñas y las chicas en general estén en desventaja a la hora de aprender matemáticas pero los estereotipos de género negativos que se repiten día a día en el imaginario colectivo socavan especialmente la posibilidad de adquirir competencias matemáticas en igual de condiciones para las niñas.
Es una visión repetida como estereotipo de género negativo el que las niñas tienen una falta de capacidad innata para las matemáticas y por extensión para las ciencias en general.
Históricamente las mujeres en la ciencia no han estado visibilizadas, por lo que tampoco hay apenas referencias femeninas en los libros de texto , lo que lleva a que el mensaje de "las chicas no podéis" se vaya interiorizando desde edades muy tempranas y se siga encaminando y orientando a las niñas hacia tareas y roles de cuidado (maestras, enfermeras, trabajadoras sociales...) manteniendo la feminización de buena parte de las actividades y dificultando el acceso a los campos de la investigación, de la ingeniería, de la medicina, etc.
Desde la primera infancia encontramos distinciones a la hora del juego simbólico. No hay más que echar un vistazo a cualquiera de nuestros parques, donde sin ninguna dificultad podremos ver a grupos de niños jugando en el arenero a hacer construcciones, haciendo carreras con sus coches o simplemente peleando mientras que las niñas estarán con sus carritos de muñecas, jugando a darle el biberón a sus bebés y acudiendo a sus madres llorando cuando tienen algún desencuentro con otra niña.
A la hora de abordar la desigualdad de las mujeres en el mundo de la ciencia, considero fundamental el que los gobiernos adopten una estrategia de visibilización activa, haciendo presentes a las mujeres destacadas en sus campos de investigación en los libros de texto, destacando los logros alcanzados en su disciplina. Otra medida deseable sería un programa de becas dirigidas a niñas para reforzar y facilitar la adquisición de sus conocimientos y competencias científicas y que además las mujeres que han conseguido romper el techo de cristal y brillar en un mundo dominado por los hombres, participen en campañas periódicas de publicidad que las visibilicen y las hagan referentes para las mujeres del futuro.
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